ARTISTAS QUE HAN FIRMADO LA CARTA DE PENÚLTIMOS DÍAS:
ALEJANDRO SANZ SE SOLIDARIZA CON GORKI ÁGUILA Y CON PORNO PARA RICARDO, GRACIAS CHAN:
«Querida Zoé, cuenta conmigo, por favor, ya sabes lo que pienso respecto a los abusos en general y contra los artistas en particular…. No tengo computadora aquí, te estoy escribiendo desde la blackberry, si tienes que añadir mi firma te ruego que lo hagas por mi, si necesitas algo más no dudes en decírmelo…
Mil besos, negrita. Alejandro Sanz.»
Gracias a Rosa Lagarrigue.
MI QUERIDO MIGUEL BOSÉ, AL QUE LE ESCRIBÍ AYER, ME MANDÓ ESTE MENSAJE, GRACIAS PAPITO, Gracias a Chacho también:
«Con espanto recibo la noticia de la detención de Gorki Águila, así sin más. Sin más, como de costumbre… Eso me hace pensar que las cosas no cambian, que van p´atrás. Con eso lo único que se desvela es la enorme fragilidad de aquellos que detentan el poder actual, y su miedo hacia las ideas que son libres, algo que ellos ni son, ni conseguirán serlo jamás.
Pido en nombre de decenas de colegas españoles que no sólo se libere de inmediato al compañero Gorki Águila, si no que además se den explicaciones sobre las causas de su detención. Todo mi apoyo y solidaridad hacia Gorki, familia y amigos.
Miguel Bosé.»
Subject: desde Roma la Repubblica; de Omero Ciai, La Reppublica:
«hola Zoé,
leo en AFP que has escrito una carta abierta a Pablo Milanes en favor de Gorki. Donde puedo leer el texto completo? Un abrazo, Omero.»
Su artículo en La Reppublica aquí.
En el Herald Tribune. En María Elvira Life 1ra parte, y 2da parte anoche.
Nuestros Mejores Años
Ismael de Diego
La primera vez que vi a Gorki fue en la cárcel durante la producción de Habana Blues. Fue en un comedor grande, con varias mesas de cemento empotradas en el suelo, en un extremo estaban los familiares apretados en la puerta de entrada con la vista fija en una puerta de hierro al otro extremo de la habitación. Sólo se escuchaban las voces de los oficiales, «No pasen hasta que no se les avise». Estuvimos así un rato en silencio hasta que comenzaron a salir los reclusos, los esculcaban uno por uno antes de entrar y quedar parados a 40 metros frente a nosotros, así que tuve tiempo de tratar de adivinar cuál de ellos era Gorki. Cuando salió por la puerta no lo reconocí, fue sólo un rostro familiar, esa empatía que se siente ante un posible amigo, una camisa azul grande estampada y una mirada desilusionada. Fue cuando nos sentamos y lo tuve cerca que lo reconocí, no tenia nada que ver con aquella imagen eufórica y provocadora de los conciertos, se veía cansado, «esto es como un teatro, te subes a cantar y representas un personaje, pero cuando te bajas del escenario todos esperan que seas siempre así», me dijo. Estaba hecho mierda y me lo pegó, sentí que él no pertenecía a ese lugar y la visita me dejó la sensación de injusticia en el cuerpo. Supe que cualquiera podía estar ahí sólo con molestar un poco más de la cuenta y me pregunté qué tan débil y enclenque debe estar este gobierno para que un grupo de música le pueda representar algún peligro.
Al conocer las acusaciones, las supuestas pruebas que se esgrimieron y la sentencia totalmente desmedida e injustificada, recordé aquellas persecuciones estúpidas y medievales que me contaron de los años 70 en la UMAP y que tanto afectaron a generaciones de cubanos que lo vivieron. Generaciones que hoy están convencidos que eso fue algo del pasado sólo porque ya no les ocurre a ellos y que se rehúsan a tomar partido. Siempre pensé que fue el pueblo y no el sistema, no Pavón, no Quesada, no Fidel, los culpables de aquella tragedia, el pueblo que lo permitió, que lo aprobó, que se calló y no habló cuando pudo, por miedo o por lo que fuese. Me pregunto qué tanto abuso puede cometer un gobierno, hasta dónde puede llegar, si su pueblo nunca protesta y permite todos los atropellos, y qué tan solo y vulnerable está un hombre cuando nadie quiere comprometerse, por justa que sea la causa.
Esto le está ocurriendo ahora a nuestra generación, a la que se ha mantenido encerrada en esta isla y a la cual nunca se le ha permitido tener voz propia. La cultura, para que sea auténtica y genere una identidad real, debe ser espontánea y nacer del ímpetu por expresar. La cultura impuesta, moral o políticamente correcta, utilizada como una estadística para impresionar y ganar puntos políticos, no es más que pura evasión enajenada y conlleva inevitablemente al desapego, no en vano nuestra cultura es cada vez menos nuestra y más americana, puertorriqueña, europea o lo que sea que esté de moda. No existe en Cuba una sola tarima, un solo micrófono donde se pueda expresar una idea que no esté previamente revisada y avalada, todos los teatros, cines, bares de mala muerte, tugurios y glorietas pertenecen al gobierno y éste impone leyes enmascaradas en instituciones, permisos y membresías para crear un filtro infalible. No sé qué principio revolucionario puede justificar semejante carencia de libertad.
Los artistas e intelectuales que piensan que reflejan nuestra realidad de una forma crítica y logran el acceso a los medios de comunicación son aquellos que han sido aprobados y que han pasado a ser una especie de contestatarios oficiales, cuyos pensamientos no representan en lo más mínimo las carencias, las miserias y la increíble falta de libertad que vivimos a diario. Aquellos que se niegan a modificar, endulzar o transformar su discurso con tal de entrar en el sistema y poder ganarse el derecho a tocar en algún lugar y vivir de lo que hacen les esta reservado el anonimato, la persecución y la indiferencia. Al parecer, la honestidad y el compromiso con la verdad individual no tienen pegada en un país dormido y apático que ha decidido que hacer de la vista gorda es lo más inteligente y correcto. Vaya pueblo culto que hemos generado.
Si piensan que no son evidentes las razones por las cuales se intenta encancelar a Gorki se equivocan, son obvias. Hace rato que el engaño no es más que una burda manipulación. Si piensan que esta torpe solución a la hora de lidiar con la crítica no hace notar su patética incompetencia política se equivocan, todos nos damos cuenta de la falta de compromiso con la verdad. No pronunciarse ante este tipo de hechos nos hace cómplices de la intolerancia porque existen situaciones que nos conciernen a todos y donde lo que está en juego no es más que la libertad. Esa libertad pura de ser como somos sin condiciones ni juicios, ésa que para disfrutar hay que ganársela. No me gusta apoyarme en las citas, pero él lo dijo mejor que yo:
«Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña
seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad».
Benjamin Franklin
Ahí está la historia para contarnos cómo fue que lidiaron los líderes revolucionarios con la generación de nuestros padres, queda por ver cuál va a ser la relación que establezcan con nosotros y hasta qué punto vamos a dejar que nos roben nuestros mejores años con el silencio como verdugo. Mientras tanto, Gorki se queda en la celda de la Quinta esperando a que se inventen una buena excusa para que se pudra en la cárcel donde lo conocí y logren que deje de cantar para siempre.
Ismael de Diego
es el actor que hizo el papel de Gorki Águila en la película Habana Blues, de Benito Zambrana. Nieto de Eliseo Diego, hijo de Rapi Diego, sobrino de Lichy Diego.
Paris Match saca la noticia. Wikio Liberté d’expression también.
Me entero de que el juicio a Gorki Águila ha sido aplazado para el viernes a las 9 de la mañana en el Tribunal de Playa, están convocados la prensa extranjera y observadores internacionales (diplomáticos) por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Luis Águila, padre del músico, consiguió abogado: Vía Penúltimos días y Porno para Ricardo.
«Mañana hay un concierto en el protestódromo en el malecón frente a la Oficina de Intereses, invitamos todo aquel que quiera unirsenos para aprovechar esta congregación y gritar GORKI a que estemos ahí entre las nueve y las diez de la noche. Hasta ahora estaremos allí todos sus amigos.
PORNO PARA RICARDO.»
(Mensaje recibido anoche)
El periódico Libération publica la noticia.
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