DESAR-CHIVANDO 3…

«Un caso más extraño y sintomático que el de Javier Varona fue el suicidio de Nilsa Espín, doble suicidio más bien. Nilsa era hermana de Vilma Espín que es ahora una revolucionaria con todos sus títulos y privilegios, esposa de Raúl Castro, miembro del comité central del Partido Comunista de Cuba, presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, etc. Curiosamente las Espín, como los Castros, pertenecían a la alta burguesía rural. Vilma, cima de la educación de la burguesía cubana, había hecho estudios en un exclusivo colegio americano, Bryn Mawr o Vassar. Pero se hizo célebre no bien triunfó la Revolución, como la apoteosis de la rebelde al casarse con Raúl Castro, en un golpe de propaganda y adelanto revolucionario: el progreso de la burguesía renuente. Su fotografía de bella cubana con una gardenia al pelo negro se publicó en la portada de Life y recorrió el mundo como la imagen de la belleza guerrillera en su boda con un novio de verde-olivo, boina y extraña trenza. Pero Vilma era una advenediza que por pura casualidad había servido de mensajera entre Frank País en Santiago y Raúl Castro en su montaña, correos que para una linda muchacha rica de buen nombre conocido de todos era un paseo a la sombra. Quien si tenía una larga historia insurreccional en Santiago era su hermana Nilsa, más modesta, menos fotogénica, incapaz de colgarse una flor al pelo. Cuando triunfó la Revolución, Nilsa también se casó, pero escogió como compañero eterno a un oscuro rebelde sin nombre. Nada de comandantes ni líderes carismáticos o Jefes de la Revolución para ella. Su nombre nunca salió en ningún periódico, nacional o internacional, mucho menos apareció su fotografía en ninguna parte de Life, ni siquiera en Life en español. Ella y él trabajaban intensa pero anónimamente donde los destinaba la dirigencia. Él parecía vagamente un revolucionario ruso con su barba profusa y el pelo hirsuto en desorden. Era una suerte de Trotsky cubano -peligroso parecido- y trabajaba en la Reforma Agraria en Pinar del Río. Allí, siempre crítico, encontró oposiciones inesperadas, o esperables de haber sido menos idealista. Un día de 1969 se pegó un tiro en la sien, para asombro de todos menos de Raúl Castro. Cuando Nilsa se enteró en La Habana, estando en el despacho de Raúl Castro, se encerró en el baño sin aspavientos, sacó su pistola y se dio un tiro en la sien. Raúl Castro tampoco se asombró esta vez. Luego se supo que ambos consortes tenían un pacto suicida hecho en secreto. El gobierno revolucionario, ahora con control total de la prensa, la radio y la televisión, y las agencias de noticias bajo censura, no difundió la noticia. En cuanto a Life, no iba a publicar la foto de la otra Espín: fea, fracasada, con un coágulo de sangre al pelo, roja gardenia atroz. Privadamente se comentó que se sabía que la pareja estaba desilusionada con el régimen y con la revolución. Vilma Espín nunca explicó nada a nadie.»

Tomado de Entre la historia y la nada. (Notas sobre una ideología del suicidio). Mea Cuba. Guillermo Cabrera Infante. Plaza Janés, 1992, páginas 175-176.

meacuba

8 respuestas a “DESAR-CHIVANDO 3…”

  1. Los Castro tienen una lista de «suicidas», de la cual nunca ha dado explicaciones. Me viene a la memoria, por ejemplo, Eduardo Sunol; el tiro se oyo en el edificio del Minit de la plaza aproximadamente a las 5pm, segun me han contado testigos. A la familia le avisaron 4 o 5 horas despues. Haydee Santamaria. Si mal no recuerdo, una hija de Salvador Allende. Dortico? Seria bueno que se creara la lista.

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  2. No recordaba esta anécdota supongo que bastante ficcionada (pero me da lo mismo: la hace más hermosa y cruel) del Mea Cuba. Supongo que son muchos los que conocen que la fortuna de los Espín fue sacada íntegra por el dúo Calatrava antes de impedir que los otros ricos despistados sacaran las suyas propias. Esto de estas chicas y chicos de la burguesía cubana de entonces sería como lo de Patricia Hearst (¿se llamaba así?) o muchos niñitos ricos que juegan a ser revolucionarios, o «visionarios» como forma parte del revival. Lo malo es que en ese trip lisérgico sucedieron cosas reales y Fidel nos clavó bien clavaos y llevamos ya 50 años arrastrando sus gónadas en nuestro trasero por donde quiera que vamos. «Que en ellos se ensuelva» para los que nazcan a partir de un momento determinado que no imagino cuál será.

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  3. El libro Mea Cuba de Cabrera Infante me permitió enterarme de tantas cosas! Todo el que tuvo un ápice de conciencia se suicidó o cayó preso cuando descubrió al Frankestain que había ayudado a nacer.

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  4. Gracias, Zoé, por este recordatorio tan importante.

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  5. Yo creo recordar el caso como entre sueños.
    Un día por allá por los albores del 70, oí de una de las Espinas renegadas, que nos enseñaba alguna asignatura trivial y sus largas piernas, una historia de suicidio doble y desilución (o desilución doble?).
    Puede bien haber sido esto que nos traes hoy.

    Feliz año nuevo!
    Saludos,
    Al Godar

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  6. Yo conocí a Nilsa Espin, una joven muy llamativa, con una larga cabellera que le llegaba a la cintura y que ella llevaba con mucha gracia en un pony tail. Solia vestirse de miliciana todo el tiempo. No creo que se haya suicidado con su marido en 1969, sino mucho antes, a principios de la Rev. Y eso tiene que haber sido antes del 64, pues yo estaba entonces viviendo todavia en Santiago.
    Tampoco creo, y hay testimonios, que Vilma Espín hubiera participado de manera casual en la lucha clandestina. Se sabe que era de una celula muy activa y agresiva, a que pertenecia Frank País, y siempre se supo que ella estaba enamorada de Frank. Vilma había estudiado ingeniera química o civil en el MTI, de Massachussets, la más prestigiosa institución de Estados Unidos en ese campo. Y ella, al igual que Nilsa, devino en revolucionaria al estilo de las burguesas, pues era la moda entonces, lo cool. Las dos se dejaron embaucar por el ambiente festivo (!!!)de la lucha clandestina, producto quizás de sus lecturas. El patriarca Espín era el consul francés en Santiago de Cuba, un señor que nunca estuvo de acuerdo con nada, y que solía visitar todas las noches el Parque Cespedes de Santiago, donde se reunían un grupo de desafectos, que hablaban mal de la Revolución. Mi padre era uno de ellos.
    Los Espín también tenían una hija mongólica o retrasada, que nunca se vio, pero que sobrevivió largos años, cuidada en su hogar, junto a la madre.
    Hay mucha gente en Santiago y aquí en el exilio, incluso viejos compañeros de las Espín de esa época, que podrían un buen testimonio de la participación de esas mujeres en la lucha contra Batista. He leido también algunos testimonios de la propia Vilma en la infamosa La Jiribilla, pero por supuesto, nada acerca de su hermana.
    El suicidio es parte importante en la historia de esa plaga que nos cayó encima. Conozco (casi de primera mano y he escrito sobre eso) la del ex comandante Alberto Mora, amigo muy cercano de Heberto y mío.
    Gracias por el post, que trae tantas memorias.
    Bendiciones de domingo,

    Belkis
    http://www.belkiscuzamale.blogspot.com

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  7. Buscado la fecha de la muerte de Nilsa Espín encontré este viejo articulo de Pablo Alfonso sobre el tema. Muy interesante. Allí se cita a Carlos Franqui diciendo que NIlsa murió alrededor del 65. Otros detalles son impresionantes. Lo republicó el blog Cuba Verdad en el 2006.

    Wednesday, May 31, 2006
    Guerrilla’s death still shrouded in mystery
    Posted on Mon, May. 29, 2006

    CUBA
    Guerrilla’s death still shrouded in mystery
    More than 40 years later, the seldom-discussed death of Nilsa Espín
    Guillois, the sister of Raúl Castro’s wife, remains a well-kept secret.
    BY PABLO ALFONSO
    El Nuevo Herald

    Behind the name of the youngest daughter of Cuban Defense Minister Raúl
    Castro lies one of the most mysterious incidents — and one of the
    best-guarded secrets — in the history of the Cuban revolution.

    The daughter, Nilsa Castro Espín, now just over 30, is named after her
    aunt, Nilsa Espín Guillois — the sister of Raúl Castro’s wife, Vilma Espín.

    The few unconfirmed accounts that have circulated since Nilsa Espín
    Guillois’ death sometime in 1965 maintain that she shot herself in the
    head in Raúl’s office, either with a pistol or a submachine gun.

    According to those accounts, Nilsa and her husband, Rafael Rivero, an
    army captain who worked at the National Institute for Agrarian Reform in
    Pinar del Río province, had made a suicide pact. Rivero is said to have
    died one day earlier or the same day at a military base in Pinar del Río.

    »There was talk of a suicide pact they had made years earlier,» Carlos
    Franqui, author of several books on the Cuban revolution, told El Nuevo
    Herald. He described the pair as «very independent spirits [who] had
    fallen into disfavor because of their Maoist leanings.»

    One account has Rivero dying in an incident while training in a camp for
    foreign guerrillas backed by Cuban leader Fidel Castro, brother of Raúl.
    Franqui said one of the accounts he has heard was that when Raúl
    summoned Nilsa to his office to tell her about Rivero’s death, she took
    a submachine gun in the room and killed herself.

    »That’s a version I don’t believe. On the other hand, an official
    explanation was never given,» Franqui said.

    Four decades after the events, Dariel Alarcón Ramírez, the Cuban
    guerrilla better known as »Benigno» who accompanied Ernesto »Che»
    Guevara in Bolivia, later defected and now lives in Paris, has told El
    Nuevo Herald that he knows something about the case.

    Nilsa died in a confused incident in an office in Raúl’s private Havana
    home, Alarcón said.

    SECOND IN COMMAND

    »At the time, I was second in command of the Escort and Security
    Battalion» for Raúl Castro, Alarcón said, »and that day I was on guard
    duty» at the home. Alarcón said he did not witness what happened but
    was told about it by one of the guards inside the house, a man whose
    name he recalled only as Idalberto.

    Alarcón said Idalberto told him that Nilsa burst into Raúl’s office
    looking very upset. The bodyguards then heard an agitated dispute that
    rose alarmingly in tone. When the bodyguards opened the door, they saw
    Nilsa holding a Stechkin, a Russian full-automatic fire pistol.

    »Shots were fired, and she died. The official explanation — very
    secret — was that she committed suicide,» Alarcón said, adding that it
    was unclear who fired the fatal shots. «Later I learned that her
    husband, Rafael Rivero, had died the day before in Pinar del Río,
    apparently a suicide, and she went to ask Raúl for an explanation.
    Nobody spoke about it anymore.»

    The Cuban media never reported the deaths of Nilsa and her husband. And
    with the exception of Franqui, it seems that none of the authors who
    have written about the Cuban revolution have made any reference to the case.

    At the time, Nilsa and Rivero were far from unknown.

    Both began their revolutionary activities in 1952 as students at the
    Institute of Secondary Education in Santiago de Cuba and remained active
    when they attended the University of Oriente in the late 1950s.

    DYNAMITE SEIZED

    »Nilsa and Rivero had their own little group early on and began to raid
    police stations to seize dynamite, rifles and such,» Vilma Espín — who
    has been head of the Cuban Federation of Women since shortly after the
    1959 victory of the Castro revolution — told Franqui in 1960, when he
    was writing Diary of the Revolution.

    The Espín family was part of Santiago de Cuba’s upper class. Vilma and
    Nilsa’s father, José, was an executive at the Bacardi rum distillery.
    Vilma graduated as a chemical engineer from the Massachusetts Institute
    of Technology.

    http://www.miami.com/mld/miamiherald/news/world/americas/14694111.htm

    Posted by Cuba Verdad at 5/31/2006 02:09:00 AM

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  8. Rosa-Hilda Rovira

    Zoé, no sé si por este medio podré localizarte. Soy tu amiga santiaguera que conociste en Taifa y después nos hemos visto por San Jordi algún año (y te dí el libro Cuba Natural de mi primo Alfonso Silva). Hace tiempo que espero volver a verte por Barcelona pero no me he enterado si has venido.
    He leído tu último libro El Infidel Castro, muy interesante pero hay algún dato incorrecto. Ya sabes que soy de Santiago y conozco a toda esa gente bien.
    Me gustaría poder tener tu mail.
    Gracias y un abrazo! Rosa-Hilda

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