Una gran cubana falleció el 29 de octubre, en California: Sara Lequerica de la Vega. Mi pésame muy sentido a su viudo, el compositor Aurelio de la Vega.
La conocí cuando tuve el honor de recibir la condecoración La Rosa Blanca, de parte del Patronato José Martí de Los Ángeles, que ella presidía. Compartí varios almuerzos y cenas, una de ellas en su casa de Northridge, un viaje a Santa Bárbara, y varias lecturas con Sarita de la Vega y su esposo, el amigo y gran compositor Aurelio de la Vega. Un beso a Aurelio, con todo mi cariño, y para Sarita, que en paz descanse, toda la gloria que ella se merece. Cada año recibía por Navidades una postal fiel y tierna.
En Santa Bárbara.
Ver un recordatorio en Cuba Out y en Contacto Magazine.
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