Darsi Ferrer hace un llamado a la Marcha Pacífica por los Derechos Humanos.

Darsi Ferrer, médico preso por la tiranía castrista, hace un llamado para conmemorar nuevamente, el 10 de diciembre, con una marcha pacífica, el día internacional de los Derechos Humanos. Leer en Cubanet.

Una marcha anterior reprimida, Darsi Ferrer con su mujer y un grupo de seguidores, son perseguidos, golpeados y obligados a gritar consignas por la policía castrista:

Día Internacional de Derechos Humanos

Darsi Ferrer, prisionero de conciencia

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – La adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), el 10 de diciembre de 1948, representó un hecho de transcendental importancia para la humanidad. El documento consignó el compromiso asumido por las naciones firmantes, en el reconocimiento y la protección de los derechos fundamentales de todas las personas, sin distinción de género, edad, raza, ideología, creencia religiosa, status socioeconómico.

Activistas de la sociedad civil conmemoran la fecha con una marcha pacífica el 10 de diciembre, a las 11 de la mañana, en el parque Villalón,  en el Vedado, desde el año 2006.

La actividad consiste en caminar en silencio, sin consignas ni proclamas, con el propósito de promover el respeto a las libertades y derechos de los seres humanos.

En las tres ocasiones que se han realizado las marchas Seguridad del Estado las ha reprimido  violentamente, mediante sus turbas paramilitares y policías vestidos de civil, que han agredido con impunidad a los activistas pro-democracia. Tal actitud demuestra el menosprecio del gobierno por los compromisos contraídos por Cuba, en su condición de nación signataria de la Declaración Universal de Derechos Humanos, además de que nuestros país es miembro del Consejo de  Derechos Humanos de la ONU y firmante en 2007, pendiente de ratificación, de los Pactos de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Aunque no podré asistir este año a la marcha, invito a los cubanos a que se sumen el próximo 10 de diciembre a la celebración del Día Internacional de Derechos Humanos, participando en la actividad pacífica en el parque Villalón.

Mi invitación se fundamenta en el principio de que los derechos humanos no son privilegios que otorgan los gobiernos, sino que se adquieren con el nacimiento y constituyen el cimiento de la dignidad de las personas. La función de los gobiernos debe ser la implementación de políticas que permitan el ejercicio de esos derechos. A los líderes de las organizaciones opositores y miembros de la sociedad civil, los exhorto a superar las diferencias, y a que, juntos, sean los protagonistas que garanticen la realización de la marcha, para de modo simbólico exigir el respeto a las libertades y derechos de los ciudadanos.

Les pido a los cubanos del exilio que planifiquen acciones ese día en apoyo a la actividad del parque Villalón.  Convoco a los internautas a que contribuyan en la medida que les sea posible. Invito a los representantes del cuerpo diplomático y los profesionales de la prensa extranjera acreditados en el país, a hacer acto de presencia en el lugar, para que puedan monitorear de modo directo lo que suceda es 

Día Internacional de Derechos Humanos

Darsi Ferrer, prisionero de conciencia

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – La adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), el 10 de diciembre de 1948, representó un hecho de transcendental importancia para la humanidad. El documento consignó el compromiso asumido por las naciones firmantes, en el reconocimiento y la protección de los derechos fundamentales de todas las personas, sin distinción de género, edad, raza, ideología, creencia religiosa, status socioeconómico.

Activistas de la sociedad civil conmemoran la fecha con una marcha pacífica el 10 de diciembre, a las 11 de la mañana, en el parque Villalón,  en el Vedado, desde el año 2006.

La actividad consiste en caminar en silencio, sin consignas ni proclamas, con el propósito de promover el respeto a las libertades y derechos de los seres humanos.

En las tres ocasiones que se han realizado las marchas Seguridad del Estado las ha reprimido  violentamente, mediante sus turbas paramilitares y policías vestidos de civil, que han agredido con impunidad a los activistas pro-democracia. Tal actitud demuestra el menosprecio del gobierno por los compromisos contraídos por Cuba, en su condición de nación signataria de la Declaración Universal de Derechos Humanos, además de que nuestros país es miembro del Consejo de  Derechos Humanos de la ONU y firmante en 2007, pendiente de ratificación, de los Pactos de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Aunque no podré asistir este año a la marcha, invito a los cubanos a que se sumen el próximo 10 de diciembre a la celebración del Día Internacional de Derechos Humanos, participando en la actividad pacífica en el parque Villalón.

Mi invitación se fundamenta en el principio de que los derechos humanos no son privilegios que otorgan los gobiernos, sino que se adquieren con el nacimiento y constituyen el cimiento de la dignidad de las personas. La función de los gobiernos debe ser la implementación de políticas que permitan el ejercicio de esos derechos. A los líderes de las organizaciones opositores y miembros de la sociedad civil, los exhorto a superar las diferencias, y a que, juntos, sean los protagonistas que garanticen la realización de la marcha, para de modo simbólico exigir el respeto a las libertades y derechos de los ciudadanos.

Les pido a los cubanos del exilio que planifiquen acciones ese día en apoyo a la actividad del parque Villalón.  Convoco a los internautas a que contribuyan en la medida que les sea posible. Invito a los representantes del cuerpo diplomático y los profesionales de la prensa extranjera acreditados en el país, a hacer acto de presencia en el lugar, para que puedan monitorear de modo directo lo que suceda ese día.

……

A través de Payo Libre me entero que la policía castrista le confiscó a Darsi Ferrer medicamentos y una carta de solidaridad que había recibido.

2 respuestas a “Darsi Ferrer hace un llamado a la Marcha Pacífica por los Derechos Humanos.”

  1. Que se haga sentir, que se conozca.

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  2. Coño, Zoé, ese pasillo es, detalle por detalle (seguramente, por tratarse de uno y el mismo módulo carcelario arquitectónico disemanado por todo el país), igualito al de la galera de mayores de Ariza, donde pasé unos 14 meses antes de que me enviaran al Correccional Modelo de Lagunillas a principios del 93. A pesar del «tragiquismo», de los zafarranchos sangrientos, las requisas, el chacaleo de los guardias, del rancho a base de tres cucharas de arroz con picadillo de soya y el trozo de yuca o plátano movido y un largo etcétera de calamidades nombrables, todo sumado no guardo un mal recuerdo de mi estancia tras las rejas.

    Al contrario, trancado a cal y canto, por primera vez volví a sentirme como un niño: en vez de ser yo el que tuviese que zancajear cada cuchara de comida para ellos, ahora era toda –bueno, casi– la familia la que se desvivía por llenarme la barriga con tres tipos de carne durante las horas de visita y dejarme una jaba repleta de golosinas para sobrevivir hasta la próxima. Sin contar el pabellón cada 45 días, si mal no recuerdo.

    Cierto, es como ser un muerto en vida: nada o demasiado poco puedes hacer por los demás, salvo portarte lo mejor posible sin perder la cara para no darles preocupaciones adicionales a tus parientes. Al principio me fue de espanto pero, nacido y criado bastante tiempo en solariego contacto con la delincuencia, pronto logré sistemarme dentro del «Tiburón» (por las frecuentes puñadalas mortales) o en «El Secadero», como llaman los cienfuegueros a su hotel forzoso con cuarto en la letrina colectiva.

    Jamás angustié a mis seres queridos con la noticia de dolencias ni peligros, aunque alguna que otras me enfermaba, o bien veía envuelto en un conflicto debido a la doble necesidad de hacerme respetar y luchar la jama. Igual trataba de no meterme en camisa de once varas o rehuía un enfrentamiento cuando llevaba las perder o nada tenía que ganar desafiando o humillando al adversario.

    Al llegar, me metieron en una doble tapiada exclusiva para condenados a muerte. Para impresionarme, pensé. Pero no dio resultado porque, luego del mes en Villa Maristas, me había tomado el hospedaje reservado en aquel inmueble fortificado como otra beca del gobierno.

    Amén de que, aunque idéntico sancocho servido sobre una difusa colonia de líquenes (escaseaba también el detergente), la bandeja del almuerzo era el triple o cuádruple de la norma en la galera de mayores. Pero incluso en ella escapaba negociando ventajosamente –o granjeándome amistades con reclusos que a su vez reciprocaban– el excedente de cigarrillos y habanos que me traían en la regia jaba.

    Pronto, después de un par de incidentes desagradables, los segurosos del TOS (Trabajo Operativo Secreto) me dejaron en paz. De hecho, dejé algunos amigos entrañables, mayormente entre matones reincidentes o asesinos pasionales. Verbigracia, el técnico eviscerador Claudio Ruiz, alias «Mandoche», sancionado por decapitar de un solo tajo con un cuchillete de cortar bloques de huesos en la morgue a una joven enfermera con «ceja de mora traidora» en el hospital provincial…

    Bueno, dejemos ahí el relato. Por el momento. Gracias por la imagen (la fotografié a pantalla completa) y la inspiración.

    Saludos,

    El Abicú

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