Este es un libro esencial, lo recomiendo fervientemente, para comprender los tejemanejes en torno al clima y a nuestra planeta que urden los políticos, y los que hacen de la ecología un medio para escalar puestos políticos, y para enriquecerse.
Cito a su autor: «Es cierto que hablo y escribo sobre el medio ambiente de manera reiterada, pero no muy sistemática. Por eso hace tiempo que pensaba en presentar a la opinión pública mi punto de vista más elaborado sobre el debate actual acerca del medio ambiente, y especialmente acerca del llamado calentamiento global, un debate enconado, poco limpio y conducido de un modo irracional. Y si concebí tal idea es porque veo con preocupación que este tema se está convirtiendo cada vez más en un conflicto político e ideológico de nuestra época, pese a que, y esto quiero subrayarlo, es un tema secundario.
Parece que la lucha actual por la libertad -que no por el medio ambiente- empieza a ser librada justamente con estos temas, o mejor dicho, gracias a estos temas.»
Pienso lo mismo, gracias a Václav Klaus, por decirlo de manera tan clara y precisa, tan transparente, como diría el comentarista de este blog CS, los checos siempre en la avanzada, y con razón.
Por cierto, ahora que hablamos de cambio climático, y de salvación del planeta Tierra. ¿Qué hay con la marea negra que se ha considerado una de las mayores catástrofes que ha invadido las costas de Louisiana y de Florida? ¿Qué pasa con la izquierda que no le protesta a Barack Obama con el mismo encono que lo hicieron cuando la tragedia del Prestige en épocas de Aznar en España? ¿Dónde están los del Nunca más, o como se llamó aquella protesta de los intelectuales y artistas españoles? ¿Por qué los ecológicos de izquierda no se rasgan las vestiduras frente a Obama? Ah, entonces una catástrofe de semejante envergadura no es la misma, ni posee las mismas consecuencias, cuando se trata de un presidente socialista que cuando se trata de uno de centro derecha; al menos, es la interpretación que podemos hacer, a juzgar por el comportamiento tan flemático de los ecológicos socialistas frente a la marea negra que ahora mismo está causando estragos inimaginables en las costas norteamericanas, y que ha sido considerada la más impresionante tragedia de los últimos tiempos, en relación al medio ambiente.
Reflexionen en esto. Claro que no es raro, nos engañan, y mientras yo ahorro bombillos, Al Gore mantiene sus lustros iluminados en las 24 habitaciones de su espléndida residencia.
¡Qué mundo, pobre planeta!
Zoé Valdés.
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