«Hay una serie de personajes en Miami que ayudarían enormemente si se callaran la boca porque no nos ayudan», dijo el viernes a El Nuevo Herald el disidente y economista Oscar Espinoza Chepe, residente en la isla.
Pedro Pablo Arencibia le responde en Baracutey Cubano.
La periodista Cary Roque me ha pedido que cuelgue su respuesta en este blog:
«A quien pueda concernir:
En un artículo sobre la primera página del diario local, El Nuevo Herald, en la rúbrica de «Opinión» , que publica opiniones en favor y en contra de la carta de la Oposición cubana dirigida al Congreso Americano, he leído una muy fuerte afirmación del economista Oscar Espinosa Chepe, que rechaza y describe como insolente algunas opiniones de Miami.
M. Chepe sabe que él no puede ni tiene la altura de silenciar las opiniones expresadas en el exilio y mucho menos de llamarlas destructivas. Sepa M. Chepe, la razón por la que numerosos exiliados estamos hoy fuera de Cuba, la razón es porque hemos pasado años de sufrimiento en las prisiones de la dictadura a la que usted desea, con toda evidencia, entradas de oxígeno.
Su comportamiento autoritario ha desatado múltiples respuestas preocupadas por el tema de que nos ocupa en la vía de la oposición en Cuba. En respuesta a su miserable insolencia, añado que las vías democráticas son los medios que las dictaduras oprimen, que la compresión de esto nos conduce a defender nuestra libertad de expresión, la que usted con su declaración ha querido limitarnos a los exiliados cubanos.
Olvidar Prohibido.
Cary Roque
Ex prisionera política cubana.»
Yo le voy a responder brevemente:
Veo en esta respuesta a un autoritario ex castrista, que actúa con la misma mentalidad, pero en el otro bando, queriendo extender la existencia del raulismo y del castrismo, con toda probabilidad para su comodidad personal. Una lástima. Pero incluso, hasta con este tipo de persona deberemos lidiar en la construcción de la democracia en Cuba. Es bueno que ocurra ahora, ya sabemos quiénes son, pero ya verán ustedes cómo este tipo de personaje sigue actuando de forma arrogante en un pacto con su más oneroso pasado. Chepe no es el único que suelta a diestra y siniestra le mot qui tue. La palabra que mata, o que intenta, matar la esperanza.
Zoé Valdés.
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