Zoé Valdés – Escritora y artista

CARTA ABIERTA A TRINIDAD JIMÉNEZ, MINISTRA DE EXTERIORES DE ESPAÑA.

Ministra:

Me dirijo a usted como cubana y como española, en relación a la frase con la que ha iniciado usted su trabajo como Ministra de Exteriores pidiéndole a Unión Europea que haga una señal a las señales de apertura que ha dado Cuba. ¿Cuáles son esas señales? ¿Las licencias extrapenales a hombres que han tenido que abandonar su país hacia el destierro?

Le recuerdo que esos presos, condenados a penas de entre 20 y 28 años de cárceles, no pudieron ni siquiera regresar a sus hogares, los sacaron de las cárceles directo al avión, y de ahí, al exilio. Esos excarcelados llegaron a España engañados, como ellos mismos han contado. El gobierno español de Rodríguez Zapatero, su gobierno, el que usted representa, les prometió lo que todavía no han cumplido. Los engañaron con argumentos que ni el peor de los tontos se creería, tratándose de la dictadura castrista: que ellos tendrían la posibilidad de regresar a sus casas, que no les tocarían sus pertenencias, y que regresarían cuando ellos quisieran.

Los excarcelados descubrieron en el avión que los condujo a España, que en sus pasaportes estaba escrito “salida definitiva”, incluidos los pasaportes de los menores de edad. Porque estas personas tuvieron que sacar a toda su familia de Cuba, no porque quisieran vivir en España cómodamente, no, por miedo a las represalias posteriores a las que nos tiene acostumbrados el castrismo. ¿Es esto una señal de apertura por parte de la dictadura castrista?

Estimada ministra Jiménez, usted y yo sabemos, usted que conoce a los cubanos, que tiene amigos cubanos, que Cuba merece la libertad. ¿Cree usted que los cubanos somos menos que los españoles, o que cualquier ciudadano del mundo, y que lo que hemos tenido hasta ahora es lo que nos merecemos, esas migajas de un régimen que lleva más de 51 años oprimiendo a su pueblo?

No sólo el gobierno español no ha cumplido las promesas que hizo con esos hombres y sus familiares, además los humilla, pidiendo lo contrario a lo que han reclamado las Damas de Blanco en Cuba, lo contrario a lo que reclaman los presos que aún siguen encarcelados y que se han negado a aceptar las propuestas de destierro, y lo que exigimos los cubanos del exilio, muchos nacionalizados españoles, que se mantenga la Posición Común de la Unión Europea en relación a Cuba.

Durante más de treinta años los soviéticos invadieron mi país, durante esos treinta años Fidel Castro recibió ayudas inimaginables, y ni siquiera se acordó del embargo. A raíz de la caída del campo socialista, y del fin de esas ayudas por parte de los soviéticos, fue que los Castro empezaron a desgreñarse con el embargo. Un embargo, eso sí, que sólo les ha servido para darse publicidad, y que cada vez que un presidente norteamericano ha querido levantarlo, los dos hermanos en el poder han respondido asesinando a personas indefensas, o llenándoles el país de exiliados. Usted lo sabe, espero que lo sepa, porque forma parte de su trabajo.

Usted no ignora que el libre comercio con la Unión Europea, los créditos regalados, y el comercio con el resto del mundo, salvo con Estados Unidos, con quien incluso se han llevado a cabo intercambios económicos de ayuda a la población, así como las remesas de los familiares en el exilio que son la primera fuente de entrada de divisas a la isla, según cifras de la CEPAL, tampoco han conseguido que Cuba se democratice, que es de lo que se trata, si es que usted respeta a los cubanos y a Cuba: que Cuba se democratice.

Yo le recomiendo que rectifique sus proposiciones a la Unión Europea, y que por el contrario, siga los consejos del señor Javier Solana, que sea Cuba quien muestre signos de apertura, porque con la excarcelación de presos no basta.

Por otra parte, perder un hijo es lo más duro que hay para una madre. Reina Luisa Tamayo Danger, la madre de Orlando Zapata Tamayo, asesinado durante una huelga de hambre a inicios de año, en una cárcel castrista, ha pedido que la Posición Común no ceda ante el castrismo. ¿No cree usted que es hora de que el mundo vea en otros rostros a la verdadera Cuba, y no sigan identificando a la isla con los hermanos Castro y su compinchería? ¿No cree que ya es hora de oír a los pobres de la tierra, como escribió José Martí?

La lucha de Cuba no es la lucha por ganar publicidad, la lucha de los cubanos es la de ganarse la libertad. Y por eso han ido a las cárceles, al exilio, y al suicidio, como fue el caso de Reinaldo Arenas, de Carlos Victoria, de Guillermo Rosales, y de tantos otros, dentro y fuera de Cuba.

Ministra, tiene usted en sus manos la posibilidad de luchar por esa libertad, no la desprecie. Cuba se lo agradecerá. Es hora de denunciar en los tribunales internacionales a los Castro por dictadores, por criminales, y no de seguir pidiendo para ellos el perdón que no se merecen, así como de clamar por más y más ayudas que sólo conseguirán mantenerlos en el poder, como hasta ahora ha sido.

En casi todas las fotos últimas que le han hecho la veo sonriente, siempre sonríe usted, me gustan las personas que sonríen de verdad, sinceramente. Desearía que esa sonrisa no se convierta en lágrimas un día, como las lágrimas del ex Ministro Moratinos, y aunque los hombres también lloran, a las mujeres nos cuesta más recuperarnos de los llantos que más nos duelen, entre otras cosas, porque a las mujeres nos reconocen menos. Usted ha tenido la suerte de ser reconocida, y la felicito, y le deseo buena suerte. Dentro de esa buena suerte espero que no pierda usted su sonrisa por Cuba.

Con el machete en la sonrisa,

Zoé Valdés.

Autorizo a difundir esta carta por todas las vías.

Publicada por El Economista.