La manipulación de una foto, y la disidencia no es la trova.
En Hacia una resistencia inteligente, de Alexis Jardines, pusieron una foto sin aclarar quiénes son las personas que en ella aparecen ni por qué aparecen así. En una butaca, a la derecha, se ve, desfallecida, la opositora Martha Beatriz Roque Cabello. En la esquina de un sofá, a la derecha de Martha, como dormido, el también opositor Vladimiro Roca Antúnez. En el centro, de pie, un hombre con espejuelos con un papel en sus manos. Se trata de Lázaro Yuri Valle Roca, en ese momento perteneciente a la Red de Comunicadores Comunitarios, y además, sobrino mayor de Vladimiro y primer nieto que tuvo Blas Roca Calderío, líder de los comunistas cubanos antes de 1959, fallecido en 1987. Como es sabido, Vladimiro era hijo de Blas.
En ese escrito Martha Beatriz es mencionada, a raíz de la polémica que su artículo, Fábrica de disidentes desató y que fue respondido por dos de los creadores de un grupo denominado Estado de Sats y al cual también pertenece Jardines. De Martha Beatriz se localizan decenas de fotos en Google. Pero el autor o el editor escogió una foto cuya intención más clara no puede ser: para que esa imagen trasmita que la ‘oposición tradicional’ está hecha leña.
Los bárbaros son ellos, los ‘hombres nuevos’ que el Che no pudo crear. Y ahora, más frescos que una lechuga, quieren inventar el agua con azúcar con una ‘resistencia inteligente’, a base de conferencias, videos y vocabulario ‘fisno’ y rebuscado. Pa’que la gente común y corriente se quede sin saber de qué va la cosa.
¿Por qué en esa foto Martha y Vladimiro aparecen así, desmadejados? En el post, Cuba: la eterna rivalidad entre intelectuales y guerreros, Liu Santiesteban lo explica:
«Esa foto fue tomada en noviembre de 2009, cuando Martha Beatriz Roque Cabello y Vladimiro Roca, en la casa de este último, en el Nuevo Vedado, fueron sitiados por la Seguridad del Estado y por brigadas de respuesta rápida durante al menos 25 días, según he podido constatar en internet Solidaridad con Vladimiro Roca y los 13 sitiados (10 de octubre); Continúa el asedio a casa de Vladimiro Roca (31 de octubre) y Continúa asedio por turbas castristas a la Casa de la Libertad el de Vladimiro Roca Antúnez (6 de noviembre).
«Como es de suponer, esa foto fue tomada en circunstancias apremiantes para Vladimiro y Martha, sobre todo para ella, que durante los últimos días de ese feroz asedio tuvo que recibir atención médica. No es difícil imaginar que al cabo de pocos días y con 13 personas dentro de una casa cubana, ya no quedaría comida para nadie. Entonces, colocar esa foto sin explicación es simplemente asqueroso».
El 16 de mayo Martha cumplió 66 años y el 21 de diciembre próximo Vladimiro cumplirá 69. En un mundo, Cuba incluida, donde las personas como promedio viven 80 o más años, ellos aún no son ancianos. En todo caso son unos ‘tembos’, como en la isla dicen a quienes peinan canas. Hoy en día, cuando se entregan los grandes premios por descubrimientos científicos y tecnológicos, casi ninguno de los premiados tiene menos de 60 o 70 años. Ahora mismo, sin ir más lejos, quién está lidereando en la India la lucha contra la corrupción que devasta al país? Anna Hazare, un hombre de 74 años, llamado el nuevo Gandhi. En España, la mujer que en estos momentos acapara portadas y titulares tiene 85 años, es la Duquesa de Alba, quien en octubre se casará con un anodino funcionario de 61 años.
Pongo esos ejemplos porque quienes quieran darse el valijú de ‘académicos’ y ‘postmodernos’, tienen que ponerse a tono con los tiempos y dejar de lado las diferencias generacionales. Lo otro, es que, al margen de lo que Martha y Vladimiro hayan hecho o dejado de hacer, ellos forman parte de la historia de la oposición a Fidel Castro. Solamente por haber redactado, junto a René Gómez Manzano y Félix Bonne Carcassés, ese documento trascendental que es La Patria es de Todos.
Y aunque lo deseen y lo intenten, no podrán borrar sus nombres. Como tampoco podrán borrar la larguísima lista de cubanos que con sus vidas o muchos años en la cárcel, han pagado su lucha contra Fidel Castro y su régimen autocrático y totalitario, como Pedro Luis Boitel, Mario Chanes de Armas, Huber Matos y Armando Valladares, entre otros. Tampoco se pueden borrar los nombres de los miles de cubanos que han marchado al exilio, no como emigrantes económicos, si no como refugiados políticos, algo que el régimen se empeña en negar, para dar la impresión que la gente se va para vivir mejor. No. Muchos cubanos nos hemos ido (y se seguirán yendo) por motivos políticos. La lista es extensa, voy a mencionar sólo dos: Ricardo Bofill y Adolfo Rivero Caro, recientemente fallecido.
La disidencia no es la trova, que después de aquel encuentro de la Canción Protesta, en mayo de 1967, se dividió en Nueva y Vieja.
La disidencia cubana es y debe seguir siendo una sola. Con personas de distintas edades, ideas, currículos más o menos contestatarios y niveles culturales. Hablando de niveles: no siempre los más ‘curtos y apreparados’ son los más valientes. Suele ocurrir lo contrario: los más guapos suelen ser los que no han ido a la universidad, como Antúnez y Zapata. En los últimos años, además, la disidencia se ha ido ‘coloreando’: cada vez son más las negras y negros a quienes les están sobrando los ovarios y cojones que a algunos blancos les está faltando.
También últimamente la oposición se ha extendido por toda la isla, sobre todo en las regiones orientales, donde viven esos orientales que hablan cantando y se comen las eses y que los habaneros despectivamente llaman ‘palestinos’. A esos orientales el gobierno les ha decretado un ‘apartheid’, no permitiéndoles residir en La Habana y desde 1997, amparado en la ley 217, los reprime y expulsa de una capital que se supone es de todos de todos los cubanos. Una realidad tan vergonzosa como esa foto que pusieron en ese post, sin acreditar ni debidamente explicar.
Los últimos que han llegado a la cola no tienen derecho a tratar de meterle el pie a quienes llegaron primero, por muy ‘ilustrados’ y ‘famosos’ que se consideren. Y menos si ninguno ha estado detenido, ha sufrido prisión o ha sido víctima de asedios, actos de repudio y golpizas, como las que por estos días vienen sufriendo valerosas cubanas en varias provincias. En vez de estar perdiendo tiempo y dinero pasando tuiters, ellas han decidido salir a las calles a protestar.
Tania Quintero, Lucerna.
(Amabilidad de la autora).
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