Marina Silva, ex senadora, mulata de 55 años, que viene de abajo abajo, fue ministra en el gobierno de Lula, se fue del PT, militó en el Partido Verde y ahora ha fundado un partido, con el cual piensa presentarse en las próximas elecciones (en las anteriores, cuando salió Dilma, Marina fue la gran sorpresa: quedó en el tercer lugar). Tiene una voz agradable, habla pausado, se ve dulce y supo corregir a los periodistas cuando le hacieron preguntas que consideró incorrectas en su enfoque.
Ella es muy célebre en Brasil, pero no internacionalmente.
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