Una semana después, por el título, Hatuey y Guamá son los padres de la disidencia, no pensé que fuerauna respuesta al artículo de Olivera. Pero lo era. Miriam Celaya utilizó la libertad de expresión a la que todos tenemos derecho y dejó plasmados sus puntos de vista. Ok.
Pero sigo pensando que el texto de Olivera más mesurado no pudo ser. Y, sinceramente, no acabo de entender la respuesta de Miriam.
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