En el día de ayer el periódico El Mundo en su sección de pago Orbyt publicó un artículo-entrevista con Yoani Sánchez cuyo título es «Perdimos a Payá, el presidente de la transición». En el título está todo. No, no lo perdió ella, lo perdió la familia, después Cuba, y no se perdió, lo asesinaron los Castro. Y resulta que ahora para ella es «el presidente de la transición» -sin ser elegido, y sin saber si Payá hubiera aceptado o no, claro, pero ya lo eligieron ella y su grupito-, cuando jamás lo mencionaron y para colmo le hicieron una guerra sorda. De modo que al no estar Payá, como posible «presidente de la transición» según su grandilocuencia, ¿a quién debiéramos proponer los cubanos según YS? Pues como ambos estuvieron nominados al Nobel de la Paz, y ya Payá no está, por supuesto que lo que se deja entrever entre líneas, lo que se cae de la mata, es que ahora es ella la posible presidenta de la transición. ¿No? Como tal se comporta ya desde hace muchísimo rato, con altanería, arrogancia, y codeándose con todo el reservorio de la política, de diestra y siniestra, cuando el código ético de un periodista lo primero es no afichar públicamente sus tendencias políticas e ideológicas. Pero, claro, así la han tratado y ella se ha dejado tratar.
El MCL que decide siempre de manera firme sus decisiones ha publicado lo siguiente en su página de Facebook. Y me parece muy bien que lo hayan hecho. Necesitamos transparencia y que se produzca ya el fin de las manipulaciones a favor de unas personas y en detrimento de otras. Cogerse a Payá ahora que Rosa María Payá, su hija, y una de las líderes del MCL, está de regreso a Cuba es apropiarse de los elementos del MCL que son muy claros y precisos y en los que ellos tienen más derechos que nadie por tratarse de su líder y del padre de una familia afectada: investigación exhaustivo del crimen, y justicia sobre los que lo cometieron.
Zoé Valdés.

Deja una respuesta