Érase una vez un cantante llamado Cat Stevens, de origen chipriota por parte de padre y sueco de parte de madre, nacido en Inglaterra por más señas, cuya incomodidad con su cultura y religión, y sobre todo con el mundo occidental, lo llevó a convertirse al Islam y adoptar el nombre de Yusuf Islam, que castizo no es más que Pepe el Moro, o Cheíto el Musulmán en el vernáculo de Guanabacoa.
Las baladas folk del tal Yusuf no me gustaron jamás, ni antes ni después de Hamas. El Gato Micifuz era mucho mas melódico e inteligente, a mi juicio. Es que nunca me han gustado los cambiacasacas, y menos aún me han gustado los que rechazan la cultura y la civilización occidental, mientras se embolsillan como tonadilleros del montón los dólares y no los dinares arábigos, las libras y no los maravedíes moriscos.
Hoy me llega la noticia de que Cat Stevens –no hay mención del nombrete islámico del cantautor de marras en el artículo- se propone y está listo para lanzar su gira en Estados Unidos, encaramado al parecer en el Peace Train, como su canción homónima. Pues bien, Joseíto Islam dice que su “fe” no está en contradicción con esta gira, y al parecer está también en completa concordancia con el embolsillamiento de más dólares. Como corresponde al buenismo multiculturalista de la prensa americana, no hay un solo cuestionamiento a este señor. Mucho se cuestionó a los Rolling Stones por actuar en Israel, la única democracia del medio oriente, donde único las mujeres y todas las religiones tienen derecho. Los musicantes defensores de Hamas, jamás condenaron el uso de niños palestinos como escudos humanos, ni tampoco condenaron el bombardeo sobre Israel que si no mató más niños es porque los israelíes de cualquier raza, color, tendencia política y confesión religiosa se colocan como escudos delante de sus hijos en lugar de cobardemente escudarse tras ellos.
Pero volviendo a Yusuf Islam, que no lo llamo Cat porque me gustan los gatos y porque de gato esa alimaña no tiene nada, parece que a Yusuf le gusta más hacer giras por los Estados Unidos que por el mundo islámico, donde son bastante alérgicos a la música y más bien adeptos a las degollinas de occidentales islamizados. Como vemos con el caso de muchos de los decapitados, a veces aparecen fotografiados con un trapo palestino en el pescuezo. El trapo no les salva de la cimitarra y el pescuezo les cortan. Pero es asi, el occidental multiculturalista va a estos sitios a “ayudar” y les venden sin remordimientos. No sé si la banda sonora incluye a Yusuf Islam, o si no le degollarían si se pusiera al alcance del cuchillo del carnicero. Que por cierto, son otros británicos (bueno, al menos de nombre) islamizados.
Otra cosa que no dice la noticia de Yusuf es en qué usará el dinero recaudado en la gira. No dice si es para comprar hachís, o si para mantener el harem, o darle una manito de pintura al hammam, o si es para comprarse babuchas, chilabas, o turbantes, en el negocio de Alí. Nada, ni un indicio. No dice si es que necesita un camello nuevo, o si se compra un auto de lujo. Tampoco si le dará una “tierrita” a Hamas, o si comprará cuchillos para las degollinas, o materiales para bombas. Vamos, que con toda la hipocresía del Peace Train ya no sabe uno.
Ahora, si les voy a decir lo que sé yo…
Yusuf no ha condenado las degollinas.
Yusuf no ha condenados los atentados de Madrid, Londres, Paris, y mucho menos New York.
Aquí tienen su hipócrita declaración acerca de los ataques terroristas del once de septiembre:
I wish to express my heartfelt horror at the indiscriminate terrorist attacks committed against innocent people of the United States yesterday. While it is still not clear who carried out the attack, it must be stated that no right-thinking follower of Islam could possibly condone such an action. The Qur’an equates the murder of one innocent person with the murder of the whole of humanity. We pray for the families of all those who lost their lives in this unthinkable act of violence as well as all those injured; I hope to reflect the feelings of all Muslims and people around the world whose sympathies go out to the victims of this sorrowful moment.
Luego se queja de que no lo dejaron entrar a los Estados Unidos, con el compañero de llantén Paul McCartney, por demás. Otro que siempre me pareció un grandísimo hipócrita. Esta prohibición de entrada a los Estados Unidos ha sido levantada por el musulmán en jefe de este país, el señor B’rak Hussein Obama –o personeros de su gobierno- para que el viejo Yusuf venga a envenenar mentes y a recaudar fondos con dudosos fines.
Ahora sigo con los silencios de Yusuf: no ha condenado los crímenes y la limpieza étnica de los del Calfitato islámico ni la violación de mujeres y niños de todas las edades.
Tampoco ha dicho ni pio Yusuf sobre los escondites de explosivos de Hamas, en escuelas y hospitales. Eso sí, sí que apoyo la fatwa contra el escritor anglo-indio Salman Rushdie. Que clase de perla que es Yusif.
Y ahora les traigo su opinión acerca de las mujeres, como se puede ver en su site:
It’s true that I have asked my manager to respectfully request lady presenters refrain from embracing me when giving awards or during public appearances, but that has nothing to do with my feelings or respect for them. Islam simply requires me to honour the dignity of ladies or young girls who are not closely related to me, and avoid physical intimacy, however innocent it may be.»
«My four daughters all follow the basic wearing of clothes which modestly cover their God-given beauty. They’re extremely well educated; they do not cover their faces and interact perfectly well with friends and society.
Claro está, no ha abierto la boca para desmarcarse de ninguno de los horrores de Boko Haram, ni ninguno de los horrores que se ven en todo el mundo islámico, crímenes de islámico contra islámico, y menos de crímenes de islámico contra occidental.
Menos en la Inglaterra donde vive Yusuf. No ha dicho nada tampoco de la red de abusos sexuales y de la prostitución forzada de menores inglesas en la ciudad de Roterham.
Quien calla otorga, y a pesar de callar no calla Yusuf, él quiere dar su gira en los Estados Unidos y correr al banco con las ganancias.
Un tremendo hipócrita.
Charlie Bravo.
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