LA HISTORIA DE LA ISLA MARABÚ COMO JAMÁS HA SIDO CONTADA.
Capítulo II:
«Vinimos pa quedarnos»
El Almirante había dejado en un fuerte a unos cuantos en otra isla parecida. Y se lió parda, (primera bronca del caribe documentada).
Luego repitió los viajes y después de él más gente. Y empezó a exigir y la Reina, de Castilla, que le gustaba hacer tor…rijas le dijo «tanto, monta… yo misma.
Pero volvamos a Marabú.
La población visitante creció y generosamente compartieron con los nativos su fe, su cultura y… un montón de enfermedades, hasta que un nativo les dijo: “ Basta ya de generosidad”. Pero como a los visitantes les encantaban las hogueras, pues… le pusieron el nombre a una cerveza.
Visto que los nativos como que no captaron el mensaje y comenzaron a morirse porque sí, pues pa chulos, los marabúes, desde la península les dijeron a los visitantes “ a trabajar».
“Y una mierda pinchá en un palo” dijeron ellos , “Mandad gente de otro lado”.
Y trajeron a los que algunos pensaron que eran “estudiantes de países hermanos”, pero visto como les trataban, como que a estudiar no venían, ( ni querían venir). Una barbaridad pero así fue la cosa.
De hecho, las incipientes organizaciones de masas pusieron en el Castillo de la Punta» Welcome refugees». ( Perdón , realmente decía «Bienvenidos hermanos de países hermanos», pues la tatarabuela de la Alcaldesa de Madrid aún no había emigrado a Marabú).
Ellos estudiaban a cambio de nada ( bueno sí, a cambio de golpes) y los jefes vacilando.
Incluso algunos jefes comenzaron a decirles a sus esposas:
“Voy a ver cómo está el personal“.
¿Pero si son las once de la noche?
“Ya, pero es que me preocupo mucho».
Y 9 meses después el personal solía aumentar, pero no eran exactamente igual que los estudiantes originales, las esposas se mosquearon y algunas también empezaron a preocuparse por el personal.
Ya por entonces había intelectuales en Marabú, que daban sablazos en «la Taberna de la Chorrera» y como intelectuales que son, además de pegar la gorra, en vez de decir «Se ha creado el Melting Pot, que es lo adecuado» escribían:
«Las circunstancias circunstanciales de los asuntos concupiscentes han provocado que unos y otras y otras y unos y»… «CÁLLATE YA, PESAO, que aún no hay premios Príncipe de Asturias».
Pues bien, los jefes se las daban de listos y creían que el personal había adoptado sus costumbres y fiestas de guardar, pero los «estudiantes» que eran gente recia y fiel a sus antepasados les hicieron creer a los “listos” que estaban en su onda, cuando realmente iban a lo suyo.
El caso es que desde entonces a los que nos damos de lo que no somos nos dicen “ Y tu abuela donde está”.
Carlos Payá Sardiñas.
sera la isla de cubano que la mayoria era fidelista
ahi la tiene que la difruten
entra hambre y miseria hastaa la muerte